Un día en el Ártico Madrileño. (09/02/2013)
Cuando llevas toda la semana mirando el pronostico del tiempo, y una vez fijado el día, la cosa cambia y no es como decían O mas bien habría que considerar que aunque la sierra de Guadarrama no tenga excesiva altura no deja de ser Montaña y ya se sabe en la Montaña el tiempo puede cambiar muy rápido.
La previsión era regular, frío y con nieblas, pero no se decía nada del viento.
La previsión era regular, frío y con nieblas, pero no se decía nada del viento.
Así nos plantamos en Valdesquí porque el aparcamiento de Cotos esta bloqueado por coches que han decidido interpretar el "Lago de los Cisnes" con la nieve caída por la noche.
No trastoca mucho los planes ya que la ruta sale a mitad de camino entre Cotos y Valdesquí.
Una vez abrigados y con el material en la mochila salimos a las 9:30, algo mas tarde de lo previsto. 4º marca el termómetro.
En cuanto tomamos el camino, descubrimos una capa de nieve polvo que no moja y no dificulta la marcha, lo cual nos hace disfrutar del paisaje y el camino. Las imágenes son de postal y si bien esta nublado no corre aire y al poco rato hemos entrado en calor y nos quitamos algo de ropa.
Seguimos una huella, lastima el retraso sino habríamos ido abriendo camino. Mas adelante veríamos a los que nos precedían.
Continuamos por el bosque hasta que después de 1h30 de marcha salimos de él y ya vemos a lo lejos la ruta que queremos seguir. Por el tubo hasta Cabeza de Hierro.
En la foto no se aprecia, pero el camino transita por donde esta la niebla hacia la izquierda, la niebla iba y venia y nos permitía de vez en cuando apreciar el paisaje en todo su esplendor.
Bajando se abrió un poco y se puede apreciar mejor el camino que queríamos seguir.
A partir de aquí hay que ponerse los crampones,
10min antes dudábamos tener que usarlos debido a la capa de nieve recién caída, pero la inclinación y el viento, que empieza a soplar en cuanto salimos del bosque, ha limpiado la ligera capa de nieve polvo. Nos encontramos con nieve dura y alguna que otra placa de hielo.
Esta vez sí, cuantas salidas paseando los crampones que al final vuelven a casa sin haber sido usados. Pero la verdad es que en estas salidas a la nieve hay que llevarlos si o sí.
El camino gira hacia la izquierda y ya vemos la gran cascada de hielo al inicio del tubo.
Un padre y su hijo están en plena escalada. Nosotros evitaríamos el hielo y subiremos por la izquierda.
A partir de aquí intentaremos ir mas juntos por precaución, la niebla, la inclinación y el viento que se empieza a notar que entra en el tubo, lo hacen aconsejable.
La parte mas estrecha del tubo se hace dura, mis compañeros de aventura me comentan que tienen los gemelos al rojo. Andar con crampones con tanta inclinación no es fácil, pero poco a poco y sin pausa vamos ascendiendo. Hay quien incluso va apoyando no solo piolet sino también las manos y como si de escalar se tratase, lo importante aquí es sentirse seguro según se avanza. Sí hay que clavar las uñas, se clavan.
La última parte de la subida se ensancha mas y nos da un respiro en cuanto a inclinación, pero es entonces cuando el efecto embudo del canal, que acabamos de subir, se manifiesta y ahora es con el aire con el que hay que lidiar.
Voy en cabeza, he intento ir despacio para que no me pierdan de vista, trato de seguir el trak lo mas fielmente posible, no tengo ganas de sustos, aún así de vez en cuando me giro para ver si estamos todos, al cabo de una rato, desisto, no puedo ver nada ya que el aire nos azota en la espalda y al girarme la nieve se me clava en la cara y no soy capaz de abrir los ojos. Decido seguir hacia arriba y busco un pequeño refugio. De vez en cuando salgo, para indicar el camino a mis compañeros de aventura. Aquí por lo menos se puede estar.
Hace frío y el viento es tal que en ocasiones parece que quiere tirarte al suelo.
El vídeo deja claro la dificultad de la última parte, añadido a lo ya recorrido...
Me refugio detrás del Vértice Geodésico de Cabeza de Hierro Mayor en el que se había acumulado gran cantidad de nieve-hielo. Pero me protege lo justo para tomar estas imágenes.
En cuanto giramos para iniciar el descenso queda claro que sin gafas es imposible, así que nos las ponemos y enfilamos el descenso, los primeros metros muy complicados, se junta el fuerte viento y la falta de visibilidad pero según nos dirigimos hacia el Oeste el viento va disminuyendo, nos protege la loma de ValdeMartín.
Incluso las nubes nos conceden un respiro y nos permiten ver el paisaje con claridad y podemos apreciar por donde hemos subido.
La vuelta por el bosque es tranquila, aunque a alguno se le hace mas larga de lo esperado y es que la fatiga se hace notar.
Aún con todo decidimos regresar a Valdesquí siguiendo el cauce del río en lugar de ir hasta la carretera para hacer el último tramo por la misma. Fue todo un acierto, la nieve permitía andar con facilidad y esta vez si que fuimos abriendo huella por una nieve sin estrenar salvo por una marca de esquies que se cruzaba de tanto en tanto.
Una ruta como esta hace que te entren ganas de repetir, pero también te enseña a respetar la Montaña para poder seguir disfrutando de ella.
En esta ocasión fue fundamental el GPS, sin el a pesar de conocer la ruta, se habría complicado. Lo mas importante es que te daba la tranquilidad de saber que íbamos por el buen camino.
Como no podía ser de otra forma terminamos en casa Marcelino con un tercio en la mano y rememorando lo vivido tan solo unos minutos antes.
Los datos de la ruta.
Distancia recorrida: 10,38 km
Tiempo empleado: 5 horas 31 minutos
Finaliza en el punto de partida (circular): Sí
Subiendo:1.153 m
Altitud max:2.380 m
Bajando:1.153 m
Altitud min:1.748 m
El track de la ruta que nos guió.
El track de la ruta que nos hicimos.
Felicidades, nosotros subimos este sábado, con más nieve todavía.
ResponderEliminarPAQUITA
Envidia sana, desde casa podía ver la maravillosa silueta de la sierra completamente blanca y el sol en lo alto.
EliminarSupongo que lo disfrutasteis. Me imagino que con raquetas.